Una dieta líquida es esencial para preparar al organismo para que la cirugía sea exitosa y se alcancen los mejores resultados posibles.
Sirve como una forma de preparación mental y física del cuerpo para el cambio que representa un nuevo estilo de vida y nuevos hábitos alimenticios.
Sin embargo esto no significa que el paciente tendrá que llevar una dieta líquida de por vida.
La mayoría de las dietas líquidas no son aptas como tratamiento a largo plazo para lograr una pérdida de peso considerable; sin embargo, son de gran beneficio para cierto tipo de procedimientos como los de cirugía de obesidad, durante el periodo pre-operatorio y post-operatorio.
Las personas que están a punto de ser sometidos a un procedimiento bariátrico les puede ser solicitada la realización de ésta dieta, la cual será determinada por el cirujano dependiendo de ciertos factores, siendo el principal el índice de masa corporal (IMC).